Ahora que… En agradecimiento a Joaquín. Consecuencia del tiempo III
Ahora que escribo de vez en mes,
ahora que estamos más lejos cada vez,
ahora que ya no te busco,
en algún rincón minúsculo de los bares de hoy.
Ahora que me emborracho y no te encuentro,
ahora que las despedidas son puertas abiertas de Alcalá,
ahora que las canciones ya no nos hablan,
y que los diarios solo imprimen ojalás.
Ahora que los domingos caigo menos,
ahora, que tus besos no envenenan,
y mi piel ya no se deja estremecer de arrebato.
Ahora que mi memoria me pierde fácilmente,
ahora que “no mato por celos, ni mueres por mi.”
Ahora que las noches no pesan y el verano no cesa,
en el planeta del siempre quizás.
Ahora que los somníferos no llenan el tarro,
que hay olas por surfear;
y que los cielos achican su distancia con el mar.
Ahora que te beso y me despido,
ahora que me desnudas y te vas.
Ahora que puedo mirarte a los ojos y decirte,
que te quiero, sin intereses por cobrar.
Ahora que me desacostumbro de las buenas costumbres.
Ahora, que la falta nos regala de sobra,
ahora que la reputación no importa más que la lumbre del sol.
Ahora que acepto los crisantemos que me das,
Y no espero demás, en una noche fugaz.
Ahora… que hay tregua sin salida,
ni la angustia anida, cuando no estás.
Ahora es cuando miro mi reflejo,
y no me encuentro viejo… con mucho que cambiar.
Ahora qué hay nuevas horas para dormir…
Y nuevas vidas para soñar.
“Ahora que no te escribo cuando me voy,
ahora que estoy más vivo de lo que estoy,
ahora que nada es urgente, que todo es presente,
que hay pan para hoy…”
Comentarios
Publicar un comentario